Los ministros de Comercio de las naciones que integran las negociaciones del Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico (TPP, por sus siglas en inglés) lograron compatibilizar las diferencias que cerrarán finalmente el extenso pacto comercial.
Las negociaciones que se encuentran en marcha desde 2008 parecen haber llegado a su fin este domingo, tras un intenso debate que establecerá estándares comunes para 12 países que integran la Cuenca del Pacífico, entre los que se incluyen Estados Unidos, México, Perú y Chile, entre otros.
Se espera que las nuevas coordinadas del comercio internacional se vean afectadas por el TPP que integrará el 40% de la economía mundial, modificando aspectos de la industria hasta los precios de lácteos y medicamentos.
La ronda final de negociaciones en Atlanta (Estados Unidos) que inició el miércoles había presentado algunas diferencias sobre el monopolio de medicamentos biotecnológicos de última generación y el comercio de vehículos.
El acuerdo pretende legislar además la creación de estándares comerciales, de inversión, intercambio de información y de propiedad intelectual en los doce países: Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Estados Unidos y Vietnam.
Este nuevo acuerdo, que constituye la mayor unión de mercados del mundo tras cinco años de negociaciones, aún necesita la ratificación de los diferentes Congresos estatales. No obstante, ya es visto como un insondable antecedente para destrabar el Tratado Trasatlántico para el Comercio y la Inversión (TTIP), que uniría las economías europeas con las norteamericanas.
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